Hablar con calma
A veces, sentimos emociones muy fuertes: ¡enojo, tristeza, frustración, o mucha alegría! Esas emociones son normales, pero si no las manejamos, pueden hacer que digamos cosas que no queremos o que la gente no entienda nuestro mensaje.
- ¡Ponle nombre a tu emoción! Si sientes algo fuerte, intenta decirte a ti mismo: "Estoy enojado", "Estoy triste", "Estoy frustrado". Ponerle nombre es el primer paso para controlarla.
- ¡Toma un respiro profundo! Antes de gritar, llorar o decir algo de lo que te arrepientas, ¡respira como si olieras una flor y soplaras una vela! Esto calma tu corazón y tu mente.
- Usa el "YO SIENTO": En lugar de decir "¡Tú siempre me molestas!", que suena a acusación, prueba con "Yo siento frustración cuando me quitas mis juguetes sin pedir permiso". Así no culpas a nadie y la otra persona entiende cómo te sientes tú.
Cuando aprendes a manejar tus emociones, tu corazón está más tranquilo y tus palabras son más claras y amables. ¡Eso hace que sea mucho más fácil llevarte bien con todos y resolver los problemas sin pelear!
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